Luis José Uzcátegui y un título: ¡Dios antes de que enloquezca!

29 de octubre de 2017

Abrumado de dolor

 


En el día de ayer en la ciudad de Mérida, después de haber recibido varios tiros para robarlo y varios días de muerte lenta finalmente fallece Alfredito Uzcátegui hijo de mis profundos amigos y compañeros de graduación de médicos Alfredo Uzcátegui y Beatriz Gil.

Dibujo realizado por los hijos de Alfredito horas previas a morir

Dibujo realizado por los hijos de Alfredito horas previas a morir


Alfredo Uzcátegui Briceño, con el cadáver de su hijo todavía en la urna esta vez mirándolo con una mirada eterna y preguntándose y preguntándole: ¿Papá por qué?  Alfredo destrozado por el dolor y la desgracia -sin saberlo- escribió una oración fúnebre. Una oración fúnebre muy corta pero estremecedora por su realismo.

Les copio este mensaje que brotó del corazón destrozado de un padre venezolano. Se los copio porque es un mensaje no de un político de pacotilla, tampoco de un «brillante» analista político, mucho menos de un humorista, escritor o estadístico que teorizan acerca de la desgracia venezolana y sin entender nada balbucean con sus escritos y análisis sobre la condición y la desgracia humana.

Les copio esta nota porque es el llanto de un padre venezolano destrozado por la desgracia en que vivimos. Es una «oración fúnebre» similar a la bella pieza literaria del “Discurso fúnebre de Pericles” que trae una gigantesca sacudida  a los corazones cómodos e incita a la lucha para vencer la “peste moral”.  Es un mensaje de dolor para estimular a pensar en  algo que no logramos entender, lo que sucede cuando llega a una región, en este caso a Venezuela, el mayor y peor asesinato que se da todos los días a través de la “peste moral” que implantó hace 18 años este régimen…

Dice Alfredo, padre de un hijo venezolano que pudo haber sido un hijo nuestro y también tendríamos el corazón fragmentado de dolor…

«Alguien podrá enseñarme una oración por el hijo que no volverá… A quién nunca volverás a abrazar… Una oración para el olvido… Por esa persona que siempre estuvo a tu lado… Una persona buena… Útil…  ¡Cómo se despide un cojo de su muleta…, cómo se despide un ciego de su lazarillo…!

¡Dios que alguien me lo diga antes de que enloquezca!

Luis José 7 de febrero 2015
Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com 
@LuisJUzcategui 
 Diccionario de Salud Mental LJ Uzcátegui

https://drluisjoseuzcategui.wordpress.com/2016/04/18/diccionario-de-salud-mental/



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