Jesús Peñalver: Degeneradas intenciones

27 de junio de 2015

Un nuevo fraude

 

Ya habíamos escrito sobre los augurios y las amenazas de la peste roja, orientados a entrabar el proceso electoral que se avecina. Son los mismos fanáticos ayatolàs que apoyaban a aquel grosero ser, que en cadena nacional ofrecía a su mujer de entonces “darle lo suyo”.

Maduro guisa el fraudeHoy se asoman a destiempo, pretendiendo aplicar paridad o cuasiparidad de género en la postulación para las curules de la Asamblea Nacional, en un evidente gesto de necedad y extralimitación. En eso incurre el sumiso Consejo Nacional Electoral, en extralimitación de funciones.

Veamos: si la MUD, instancia política que reúne a los factores democráticos venezolanos, ya había hecho primarias y anunciado un día antes buenas parte de sus candidatos, no parece normal ni lógica la medida del CNE, sino una clara intención de obstruir un proceso ya avanzado. Una enorme roca en el camino andado o andar.

No estoy en contra per se de la medida (necia y extralimitada). Lo estoy en contra de la sesgada intención del obediente CNE, ese ministerio electoral que con baranda y brazalete no se cansa de dar muestras de su sumisión perruna.

Un gobierno feminista no hace lo que el chavismo y sus huestes. El tristemente emblemático caso de la jueza Afiuni, revela cuán bárbaro puede llegar a ser un régimen que se dice humanista. A esto se agrega las múltiples y continuas agresiones a mujeres opositoras.

No hablaré de la ausencia en los anaqueles de productos íntimos que ellas usas. No, no lo haré.

La épica no se decreta, ni el talento se habilita. Ni con toda la plata o el poder del mundo. Y como dice nuestro amigo Luis Trincado: ¿Quieren poner más trabas? ¿Un porcentaje de jóvenes? ¿Otro de sexos diversos? ¿Otro de ateos? ¿Otro de pentecostales? ¡Los tenemos! Y ganaremos!

«Dentro de la Constitución todo…» decía el muerto, aquel golpista resentido y delirante. Pues bien, el 298 constitucional impide que la ley electoral se modifique en forma alguna en el lapso comprendido entre el día de la elección y los seis meses inmediatamente anteriores a la misma. Más claro, imposible.

En la hora aciaga que vive el país, envuelto en un paisaje de cuchillos; donde la intolerancia pretende imponerse sobre la diversidad de pensamiento, por encima de la convivencia, el voto puede y debe incidir con acierto y recorrer airosamente los vericuetos del ambiente nacional. Por muy tortuoso que nos parezca.

Las verdades, por duras que sean, hay que decirlas, máxime cuando se busca enderezar el proceloso camino que hoy anda y desanda el país. Hay que abandonar la abulia parroquial que nos acogota, la tranquilidad de la indiferencia es mala consejera, odiosa y mala compañera.

Que el voto esté en el filo de tus críticas, y tu participación se mantenga valiente, aguda, inteligente y reflexiva.
Maduro ordena a Tibisay

Lamento que mujeres del lado opositor miren alguna bondad en la medida sesgadamente inoportuna de aquel lado (porque Lucena luce de aquel lado), o algún reconocimiento del género que las alegra.

Si alguna intención hay en estos trazos, no es otra que usar la palabra para levantar ideales, sin codos ni violencia, sin siembra de odio ni venganza; pero sí como bandera limpia y en alto.

A pesar de las trabas, amigo lector, no dejes de sentir el gusto que da el saberte participante y preocupado por Venezuela. Evitemos que esa masa de esperanzados compatriotas caiga víctima de la desmoralización, lo que constituiría un riesgo que hay que conjurar en lo inmediato.

Ellos son incapaces, pero capaces de todo lo malo, lo perverso, lo infame y lo peor. Contra la barbarie y la mandonería, nuestro afán de libertad; contra fusiles, votos.



Jesus Peñalver foto 2015

Jesús Peñalver es abogado

Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver




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