Pedro L. Pedrosa: Culto a lo mediocre
25 de noviembre de 2015
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Repito con frecuencia que el futbol y la política se parecen, no en vano después de la religión y la política; es el futbol el evento que más superstición y fanatismo genera en el planeta. El futbol es una pasión que enamora y países como Brasil se han dado a conocer en el mundo por el futbol. Nuestra selección nacional de futbol nunca ha sido muy buena, sin embargo había mejorado significativamente. Comenzamos a emocionarnos con la idea de “asistir a un mundial” pero hemos regresado al sótano de la clasificación y con pocas esperanzas de levantar cabeza. Antes de que continúe leyendo, le ruego se auto evalué y piense si es Ud. capaz de apuntar su dedo índice en dirección a Ud. con todo animo de increparse a sí mismo y hacerse responsable por lo mediocre que es Ud. (yo también) ¿listo? Continuemos…
La Selección Venezolana de Futbol es un buen reflejo de lo que somos como país, tal vez somos la generación de venezolanos que pese a las adversidades estamos mejor preparados académicamente; de igual forma la selección posee hoy uno a uno la mejor generación de jugadores de la historia del futbol en Venezuela. Sin embargo ni el país ni la selección triunfan en ningún lado. ¡Somos unos absolutos fracasados! Y sin embargo nos creemos “el ombligo del mundo”. Vivimos sintiendo auto compasión y pese a nuestro rotundo y reiterado fracaso recurrimos a ¡tuvimos mala suerte! ¡No ganamos pero lo hicimos con el corazón! ¡Pobrecitos nosotros… será para la próxima! O… ¡lo importante no es ganar sino competir! ¿Qué carajo esperamos de la vida con esa actitud?
Noel “chita” San Vicente, es el espejo de nuestra clase política; es un Jesse Chacón cualquiera o un Ramón Guillermo Aveledo. ¿Cuántas veces debió haber renunciado Jesse por los reiterados apagones? ¿Cuántas veces Aveledo nos dijo “no ganamos pero hemos crecido… la lucha continua”? la incapacidad para conducir a un grupo a la victoria es motivo de renuncia a sus cargos por dirigentes “serios”, los líderes del partido laborista británico renunciaron en bloque a sus puestos después de haber sufrido una estrepitosa derrota ante los conservadores liderados por Cameron. Aquí nos conformamos con eso que yo llamo “el discurso del argentino” (no perdimos la guerra de las Malvinas… quedamos sub campeones). En los tres casos (Chita, Jesse y Aveledo) son los que dirigen pero no los responsables, ni mencione Ud. la palabra culpables; Aveledo renunció después de varias derrotas.
Pero aquí es donde le toca girar su dedo hacia Ud. Los culpables de que ellos sean así… ¡Somos nosotros! ¡Si! NOSOTROS… ud y yo y el resto de los casi treinta millones de venezolanos que habitamos esta otrora tierra de gracia hoy plagada de desgracias.
No exigimos, no nos valoramos, y nos conformamos con “poquitico” muy poquitico probablemente. Aplaudimos la gestión de alcaldes con los que simpatizamos; sin embargo no hay alcalde en este país que aguante un otoño. El ver la calle repleta de hojas caídas de los arboles es algo “normal” para nuestro ojo, que las motos corran por las aceras y los peatones por las calles es algo natural, las alcantarillas tapadas y el agua corriendo cual ríos por la calle es motivo de “mamadera de gallo”, hasta apostamos quien logra pasar el carro por la laguna formada por la lluvia. Somos conformistas y como consecuencia mediocres.
En Venezuela el negocio más prospero (después del contrabando de gasolina, el narcotráfico y la reventa de dólares CENCOEX) es la prostitución. Eventos que promueven abiertamente la prostitución son publicitados en medios masivos varias veces al año, sin duda producto de una sociedad que no ofrece oportunidades; pero ante esa realidad (la falta de oportunidades) con frecuencia aparecerá una “amiga” que te dirá “¡marica… ¿qué vas a hacer? explota lo que Dios te dio!”. Y condenamos a las chicas que deciden dedicarse al oficio más antiguo, pero no al empleado público que vive murmurando del gobierno al cual sirven, ambos se han prostituido; lo único que los diferencia es el precio. Ambos (prostitutas, empleados públicos y una larga lista de etcétera) en nuestra Venezuela (la que critico duramente por que la amo) están reducidos a sobrevivir, ya que VIVIR se nos olvidó hace rato.
Se nos olvidó vivir cuando comenzamos a alegrarnos por conseguir “algo” después de unas cuantas horas de cola, se le olvidó vivir al empresario cuando dejó de exigir el fin del control de cambio… para pedir “agilidad en la entrega de divisas”. Se nos olvidó vivir cuando execramos el traje y la corbata para convertir la franela y el jean (con chaquetica de mono con la bandera de Venezuela) en el uniforme oficial de los candidatos a la presidencia.
Nos reímos de nosotros mismos, pero lo hacemos regodeándonos en nuestra mediocridad y no reflexionando sobre la misma. Venezuela se ha vuelto un país donde hacemos culto a lo mediocre… ¡no importa perder! ¡Jugamos con el Corazón! A Carmine Muguruza (Tenista Española) la conocimos cuando le ganó a Serena Williams; la chica que por cosas del destino nació en Venezuela, quisimos hacerla “Gloria del tenis venezolano” cuando aquí no se le dio ni para la raqueta con la que aprendió a jugar. Somos Mediocres porque queremos vivir de glorias que no hemos logrado y que por lo tanto no nos pertenecen.
El tratamiento de rehabilitación más exitoso del planeta es el de “Alcohólicos Anónimos” y ese tratamiento comienza para el que se somete a él reconociendo que padece la adicción. JAMAS superaremos nuestros vicios y defectos como sociedad mientras no reconozcamos con humildad nuestros errores. No se trata de arrojarnos a llorar y deprimirnos, se trata de aceptar que ¡NO SOMOS EL OMBLIGO DEL MUNDO! Y que por lo tanto tenemos mucho que cambiar.
Pedro Luis Pedrosa Rodríguez
Militar Retirado, Profesor Universitario, Consultor Político
@pedrosa_pedro
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