Jesús Peñalver: Huracanada fiscal

¿Los dichos del fiscal o su silencio? Me inclino por sus dichos, lo que confirma el bodrio en que la peste roja ha convertido la administración de justicia en el país.



No hacía falta ver al fiscal Franklin Nieves, para entender y confirmarnos en la convicción, que fue una putada lo cometido en contra del inocente líder civil Leopoldo López. Con ánimo docente preciso, que putada es la acción injusta y dañina hecha con mala idea. DRAE.

De eso está lleno el minúsculo ministerio público, que parece privado, de verdugos y ganapanes que del derecho ignoran la justicia y sus principios generales.

No es necesario ser leopoldista para entender que enjuiciamiento y condena, están alejados de la realidad de los hechos. La reciente aparición pública del fiscal de la causa lo enrostra así a todo el país, ratificando que la barbarie chavista y sus acólitos seguirán haciendo todo lo imposible, “como sea”, para aniquilar a todo aquel que piense distinto, sin miramiento alguno a la hora de usar siniestramente todo el andamiaje jurídico venezolano, o lo que queda de él.


Se puede pensar distinto, discrepar, aun estar en desacuerdo con sus modos, pero mantenerlo injustamente preso es un crimen. Por si quedaba alguna duda, allí tienen al servil fiscal admitiendo que hundió a un inocente civil en una mazmorra militar, a sabiendas de que sufriría los embates de una prisión injusta, donde incluso hasta mierda le han echado.

Sin duda que ahora se trata de otro estadio de toda esta madeja urdida desde el oprobioso sistema judicial chavista, del cual el fiscal –como otros muchos- es una pieza de toda la tramoya roja, pero no perdamos de vista que alejado el personaje, el enorme aparataje sigue en manos de los rojos.

Para quien esto escribe, no resulta nada nuevo al estercolero en que ha trocado la justicia venezolana, hoy en manos de gente mala aferrada al poder en nombre y seña de aquel muerto que mucho daño legó.

Habrá quien convierta al susodicho fiscal en héroe arrepentido de sus andanzas per-judiciales, y otros que no sesgarán en su afán de arremeter contra quien tanto mal ha causado a venezolanos, por atreverse a pensar y a actuar en contra del nefasto régimen que desgobierna.


En todo caso, no perdamos de vista al monstruo de ramos y ramas rojas que sigue siendo y estando aposentado en Miraflores, no en otro lado.

Insisto, el líder civil Leopoldo López es inocente porque no cometió delito, no porque lo diga el fiscal actuante, hoy -al parecer- fuera del país. El poder lo tiene la peste roja, quien podrá nombrar a otro fiscal que siga el crimen que se comete en contra del civil inocente.

La declaración del fiscal, de suyo vergonzosa y detestable, conlleva un valor agregado a la infamia que encarna el chavismo y sus secuaces. El reconocimiento público de la infamia por su parte, revela una vez más los entuertos de la pesadilla chavista dieciseisañera que jamás ha debido tener lugar ni aquí, ni en ningún otro lugar del mundo.

Falta espacio para vaciar el enorme bodrio en que el chavismo y la usurpación han convertido a la administración de justicia en Venezuela.

La intolerancia es hoy por hoy, el rasgo esencial del régimen que se nos pretende imponer a costa de todo tipo de arbitrariedades y desplantes totalitarios. Seguirán las trampas, violencia, amenazas, la represión y las ofensas del régimen militar bolivariano, ante el resultado electoral que se vislumbra.

Debemos derrotar ese estilo de hacer política, so pena de convertirnos en una sociedad en la que sus pensadores, académicos, poetas o columnistas de opinión sean acallados para siempre.

En esta hora aciaga ni nunca, no bajaré persianas a mis ojos, no dejaré de escuchar, no haré silencio.



Jesús Peñalver es abogado
Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver