Jesús Peñalver: Yo soy venezolano ¿Y tú?

25 de septiembre de 2015

Yo soy venezolano




A César Miguel Rondón


A través de un comunicado difundido por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el Directorio de Responsabilidad Social en Radio y Televisión consideró irresponsable y éticamente reprochable que el conocido periodista César Miguel Rondón, durante una entrevista al alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, permitiera que este realizara «acusaciones injuriosas» contra la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y «profiriera insultos» contra el mandatario nacional.

Donamaris Ramírez y Cesar Miguel
Si por algo se conoce a Rondón y es admirado por ello, es la seriedad y su profesionalismo, aspectos estos evidentemente ausentes en los canales y en todos los otros medios hoy en manos de la garras del oficialismo – chavismo. Habrá alguna excepción, pero ahora no la preciso.

En tal virtud, este escribidor rechaza, condena y desaprueba el comunicado de aquella comisión, plagado de patrioterismo, ese combustible muy peligroso, máxime en manos de unos necios de ideas explosivas y planes diabólicos.

También se deja ver en el amenazante escrito, el afán intimidatorio, la intolerancia a toda muestra de periodismo serio, responsable y valiente, y desde luego, la consabida adulación de los sumisos ante el poder despótico del mandón de turno.

A todo evento conviene señalar, que no apoyamos insultos ni denuestos de ninguna naturaleza, y que la responsabilidad penal es personalísima e intransferible, de modo que no habría lugar ni asidero alguno que pudiera servir para sostener acusaciones en tal sentido en contra del valiente y muy bien reputado periodista.

A lo mejor si el comunicador invita a Piedad Córdoba y a Timochenko, o a Iglesias, Monedero y a Ramonet, de seguro habría loas al chavismo que encarna la peste roja, y en Las Mercedes saltarían de enfurecida emoción.

Cesar Miguel Rondón
Es una locura sugerir –aunque por asomo, que Rondón ha debido silenciar al alcalde de Cúcuta. Queda claro, Conacuartel es una comisión, a cuyo directorio yo daría un cucutazo a ver si piensan mejor. La peste roja pretende escudriñar, interpretar y condenar el silencio. ¡Peligrosísimo!


Se castiga por hechos, no por intenciones, El pensamiento no delinque (cogitationis poenam nemo patitur).

Y para más INRI, la peste roja encarnada en la inefable Conatel, exhibe su condición xenófoba. Otra torpeza más de la barbarie, andar hablando e invocando lugares de nacimiento y nacionalidades.

Estudié derecho y habiendo aprendido bien las lecciones, puedo afirmar que el ciudadano César Miguel Rondón es venezolano por nacimiento. Por dicha, Rondón sabe dónde nació y yo también. Por eso he dicho insistentemente, que quiero un presidente que sea mi paisano, porque hay gente que nace, se casa, muere, y ni un acta.

El periodismo no debe estar sometido a las limitaciones sancionadas para los otros tres poderes, ni tampoco por los antojos del poder. Se quiere –queremos- prensa libre en todos los sentidos: que no haya ley que la reglamente alegremente, ni esté sujeta a los ataques de la mandonería.

No olvidemos que el derecho a la libre expresión es fundamental; esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Al no tener esa posibilidad o la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, estamos condenados a la opresión.

Siendo aquel uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores, como por personas individuales que quieren imponer su ideología, callando a los otros, resulta ineludible e impostergable luchar incansablemente por su ejercicio, tomando partido en toda iniciativa que nos permita tener voz ante las amenazas que atenten contra los más caros y altos intereses del país o los derechos humanos.

Que no haya ni se levanten cercas gremiales a su profesión; que cualquiera pueda editar periódicos, tener y regentar medios de comunicación, ejercer su oficio. Que los dueños de éstos no controlen las opiniones de quienes escriban o se expresen en ellos. Tampoco el poder. Ni censura oficial ni censura capitalista. Resulta insoportable que los gobiernos controlen la prensa.

Pido libertad irrestricta para los medios. Yo también exijo respeto al libre ejercicio periodístico y rechazo la xenofobia oficial.

Yo soy venezolano 4
Yo nací en esta ribera, de pana. ¿Y tú?



Jesús Peñalver foto de jiulio 2015


Jesús Peñalver es abogado

Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver







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