Así son los funerales en Italia de las víctima del coronavirus

La expansión del coronavirus por Europa no solo ha cambiado la manera de relacionarse, también lo ha hecho con la forma de despedirse de un ser querido.

Para evitar los contagios, es necesario evitar las grandes concentraciones de gente, así como mantener las distancias de seguridad, algo que ha afectado radicalmente a los funerales.

En Italia, el país europeo más golpeado por el COVID-19, los tradicionales rituales para honrar a los muertos han sido anulados total o parcialmente, especialmente en las regiones del norte, donde la pandemia ha tenido un efecto mucho más pronunciado.

En esta situación, en los funerales sólo están presentes los familiares más cercanos al fallecido, que además deben cumplir con una serie de recomendaciones como mantenerse a más de un metro de distancia unos de otros o evitar el contacto personal: ni besos ni abrazos están permitidos.

Las mascarillas también están muy presentes en estas despedidas tan desangeladas, en las que normalmente el sacerdote se limita a pronunciar unas breves palabras en el exterior del camposanto, ya que la mayoría de cementerios están cerrados. Por su parte los allegados apenas se despiden de su ser querido tocando levemente el ataúd.

Varios familiares de una persona fallecida mantienen la distancia de seguridad mientras asisten al entierro en Bolgare.

Una adolescente, también con mascarilla, se despide de un ser querido recientemente fallecido tocando el ataúd en el funeral.

Un sacerdote, que lleva una mascarilla, consulta un libro de ritos funerarios mientras que le da su última bendición a un fallecido, en el exterior del cementerio de Bolgare, en Lombardía

Un sacerdote lleva una mascarilla protectora durante un funeral en el cementerio de Grassobbio, Lombardía, durante la crisis

Varias personas sacan de un vehículo el ataúd de un fallecido para celebrar el funeral en Grassobbio. Todos ellos mantienen la distancia de seguridad y llevan mascarilla.

Uno de los portadores del féretro ayuda al sacerdote durante el funeral de una persona fallecida en la crisis del coronavirus en Bolgare.

Un sacerdote, que lleva una mascarilla y un libro de ritos funerarios en la mano, camina en el interior del cementerio de Bérgamo.

Un hombre (derecha) asiste al funeral de su madre en el cementerio de Seriate, al norte de Italia.

Otro hombre camina en solitario detrás del vehículo que lleva los restos de su madre antes de la celebración de un funeral en el cementerio de Seriate, que permanece cerrado

Una Nota informativa desde nuestra Mesa de Redacción. Fuente: Agencias