Mercedes Montero: El tiempo no se debe perder

Todos los días de la semana, el pueblo venezolano recibe una nueva ofensa, maltrato, falta de respeto, robo, muerte, discapacidad y pérdida de status. También se recrudecen el hambre, las enfermedades y la debilidad de las instituciones que otrora funcionaban con eficiencia y cumplían con su misión. 


Lamentablemente esta situación se ha ido agudizando hasta llegar al estado actual en el que todos los indicadores de desarrollo económico, las tasas de mortalidad y morbilidad de la población, de empleo y desempleo, de escolaridad y abandono escolar, de emigración e inmigración, la credibilidad de las cifras de desarrollo económico que están en entredicho, la horrenda realidad de la destrucción del país y el diezmo de la población no solo reflejado en estadísticas de muerte por desnutrición, por falta de medicinas y atención hospitalaria ya que están carentes de los insumos de todo tipo para poder salvar vidas y curar enfermedades y una tasa de violencia desatada, hacen de Venezuela un país invivible.

Realidad horrenda que sigue agudizándose y ha llevado el país a la quiebra y a la población a la desesperanza. Lo anteriormente expresado es solo un vistazo de la realidad en la que vive el pueblo venezolano, por lo tanto no debemos seguir perdiendo el tiempo oyendo los dislates, insultos, groserías, amenazas proferidas por el irrito Nicolás Maduro y demás personeros de su vulgar dictadura y dedicarnos a vivir construyendo la Venezuela que queremos y merecemos.


Lo primero que hay que hacer es ignorar a Maduro y sus camaradas delincuentes, no perdamos el tiempo discutiendo las propuestas malintencionadas de “algunos líderes de oposición” que como dice el dicho le dan “un tiro a la dictadura y en este caso otro a la oposición”.

Abramos los ojos y veamos quienes son los que verdaderamente han luchado y apoyémoslos, no los dejemos solos, acompañémoslos en sus protestas que siempre han sido pacíficas, y respetuosas, agradezcamos el apoyo que líderes y gobiernos del exterior le dan a Venezuela y venezolanos nobles de corazón y espíritu, cuidemos a esa juventud hermosa que nos ha regalado el país, protejamos a los millares de niños que han sido abandonados y que sobreviven peleando con perros y zamuros para comer de las sobras que consigan.


A esa mujer que es María Corina Machado hay que reconocerle su esfuerzo y valentía. A los presos políticos no podemos dejarlos abandonados y recordémosles a todos aquellos que se han visto en la necesidad de marcharse del país que estén preparados para su muy necesario regreso. Con el esfuerzo de todos, con dignidad y verdadero amor por Venezuela reconstruiremos un mejor país.

Mercedes Montero Columnista de Opinión mechemon99@yahoo.co.uk / @Mechemon