Juan Diego titula ¡Venezuela!

16 de febrero de 2015

Venezuela Llanto 656




Los intereses particulares hacen olvidar fácilmente los públicos
Montesquieu
Montesquieu













Hubiera querido empezar estas líneas con un mensaje de optimismo, que brinde al menos un sorbo de esperanza anestésica; sin embargo, cada día me convenzo más que, mientras no empecemos a sentir el ardor de nuestra pandemia, sólo nos iremos acostumbrando a vivir bajo la angustia de la amenaza y la ansiedad colectiva, con muy poca transformación.

Insistir sobre las dificultades económicas es redundar sobre un mar de opiniones de especialistas, que basan nuestra situación en cifras y pronósticos, señalando nada más que el síntoma agudo de la verdadera enfermedad. Pero una vez más pretendemos hallar la salida de la crisis sin profundizarla, o por lo menos tratar de entender de donde se deriva esta agonía lenta. En mi opinión aún queda mucha tela por cortar, porque el cambio que puede movilizar un proceso de transformación únicamente se genera desde la conciencia individual: empezar a construir país desde adentro; sólo allí se abre la puerta para hacer el verdadero camino de una patria; pero mientras esté el país afuera de nuestro sentir, se seguirá a la espera de que alguien venga a hacer el trabajo que nunca hemos querido hacer.

Enchufaos 5444300El término enchufados es una biopsia exacta, que arroja un resultado certero: ¡metástasis!, en nuestro país están enchufados más de los que creemos; no son los de un sólo sector, es un grupo mayúsculo que siempre ha querido estar en la rosca, en el chanchullo, de hacer del Estado un cáncer nutrido por nuestra viveza, nuestra forma vaga del facilismo que apunta a la devaluación de la conciencia y del valor como posibilidad.

Hoy hablamos con ligereza acerca de una detonación social. Conceptos como el de guerra civil parecieran, a veces, un deseo activo para aliviar nuestra angustia, y de una vez hallar una supuesta salida sin mojarnos los pies; en ocasiones he llegado a escuchar frases como: que se mate el pueblo, que la sangre corra de una vez para salir de esta pesadilla… Quisiera pensar que son producto de la desesperación de nuestra crisis y no de la sinceridad de un sentir…

Los que somos descendientes de inmigrantes que huyeron de las guerras que sacudieron el siglo anterior, les podemos decir con propiedad que lo que ellos sufrieron en carne propia no puede ser una posible salida: familias desmembradas, hambre, sufrimiento y seres que nunca volvieron, y que marcaron la vida de muchos de nuestros ancestros. Cuando hablamos con tan franca ligereza, sólo hablamos desde el desconocimiento absoluto de lo que es una guerra. Si la masa colectiva despierta al resentimiento y el hambre, todos, absolutamente todos, estaremos bajo la metralla de la muerte.

Venezuela rostro dolor
No será un año fácil, sin embargo, estoy convencido de que algo en nuestra conciencia se ha podido gestar en estos tiempos, les puedo asegurar que todos somos presos de la misma situación; pero debemos aceptar que existen dos visiones y formas de país que requieren conocerse, para hallar caminos en común (pero no con diálogos de cúpulas, sino de las bases mayoritarias) más allá de las inclinaciones ideológicas. Es necesario mantener en el horizonte un camino para la elaboración de un nuevo pacto social, para de una vez poner manos a la obra en una nueva esperanza llamada: VENEZUELA .


Juan Diego 2014
Jonathan Humpierres (Juan Diego)

Cantautor, músico y abogado venezolano
juandiegocd@yahoo.com
@juandiegocdh 





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