Del Nobel… por Hernán Rubín
14 de julio de 2013
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Para el Profesor Rogelio Bianco, Director de Mare Nostrum, y Coodinador Fundador del Magister Sensorium, en la Universidad Marítima del Caribe.
(Mo Yan – Discurso en el Banquete de los premiados. Traducción de Hernán Rubin).
En su reconocimiento y respeto a la Academia Sueca, Mo Yan, seudónimo de Guan Moye, que significa «no hables», premio Nobel de Literatura 2012, nos dice cuanto debe comprenderse en los significados del Nobel de Literatura, para la Academia Sueca: el Reglamento, escrito en su Testamento por Alfred Bernhard Nobel, creador del Galardón que lleva su nombre.
Nobel se ocupó de redactar las realidades demandadas en los premiados, las que ahora son esas convicciones que admira y celebra Mo Yan, en su Discurso del Banquete, tradición que acoge anualmente la Academia Sueca en celebración de los premiados. |
![]() Alfred Bernhard Nobel |
Escribo, en la esperanza de aclarar algunos malentendidos sobre el Nobel, tan mal sustentados por un público irrespetuoso e irresponsable.
![]() Peter Landelius |
Comienzo, con quien enseñara a pronunciar correctamente la palabra Nobel, escrita y pronunciada errónea y generalmente en español como Nóbel: Peter Landelius, Embajador de Suecia en Venezuela y quien, a mediados de los años noventa, mientras ejercía su cargo diplomático, mantuvo una columna en el diario El Nacional, de Caracas.
Allí, en su columna, escribió que la pronunciación era [nu-bél]. En sueco, la “o”, como en algunas palabras en inglés, se pronuncia también en algunas palabras, como “u”. |
Landelius, graduado de Abogado en la Universidad de Uppsala, ha sido Traductor al sueco de Gabriel García Márquez (El amor en tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada, La hojarasca y El olor de la guayaba); de Ernesto Sábato (Sobres héroes y tumbas); César Vallejo (Obra Poética); de Julio Cortázar (Rayuela) y de Jesús Díaz (Las iniciales de la tierra) y junto a su esposa, Nancy Julien, emprendedor del considerable proyecto de una antología de poesía caribeña.
El embajador Landelius nos dejó también, a los venezolanos, el concepto del Ombudsman, que del sueco al español vino a ser el “Defensor del Pueblo”, y en las páginas de El Nacional, el ¨Defensor del Lector¨.
![]() Jorge Luis Borges |
«Piensa Landelius que habría que revisar lo que se ha hecho con la obra de Jorge Luis Borges. «No lo traduje porque cuando llegué a la mesa ya era plato comido», se ríe. Al confesar que le gustaría traducir alguno de sus libros da fe de que si Arthur Lundqvist (el implacable miembro de la Academia Sueca) le negó el Nobel a Borges no fue por razones políticas: «Eso me consta. Siempre me dijo que de Borges sólo le gustaban sus primeros libros de poemas y que el resto no le interesaba. Arthur era un hombre de izquierda, progresista, pero no era fanático. Uno de sus poemas más célebres dice: Estoy con los revolucionarios, siempre que no alcancen sus metas. Políticamente, la Academia puede definirse más bien como conservadora. No le otorgó el premio a Borges pero se lo otorgó a Octavio Paz. De Lundqvist se podría decir que es un anarquista». (Pantin, Blanca Elena. Landelius o el solitario placer de la traducción. http://home.swipnet.se/~w-30794/LHL/LHL1/landelius.htm, 4, abril 2013, 10:39 p.m).
Hay algo interesante sobre Borges para esta aclaratoria sobre el propósito del Nobel: quizás, no lo haya merecido por su opinión desproporcionada sobre el estudio de Thomas Carlyle de los dioses nórdicos en su Estudio Preliminar de “De los héroes y el culto de los héroes”, de “Carlyle y Emerson. De los héroes representativos”. Traducciones y estudio preliminar por Jorge Luis Borges. (1972. los clásicos. México: W. M. Jackson, Inc.)
En dicha obra, Borges, siguiendo a Herbert Spencer, en The Man versus the State, IV, a Bertrand Russell en The Ancestry of Fascism (1935) y a Gilbert Keith Chesterton, en The End of Armistice (1940), concluye en que: Más importante que la religión de Carlyle es su teoría política. Los contemporáneos no la entendieron, pero ahora cabe en una sola y muy divulgada palabra: nazismo (página x).
Desproporcionada, si no fuere exagerada y atroz, porque Carlyle vivió entre 1795 y 1881, y Chesterton murió en 1936, aunque su obra fuese publicada en 1940.

Quizás, como lo sostiene en su juicio la doctora Beke, las normas y convenciones que rigen la investigación inhiban la creatividad y limiten la originalidad y afirma, con Hyland (2007: 152, en Beke: 2011), que “la habilidad de crear significado solo se hace posible por la posibilidad de alternativas”.
¿Cómo puede asimilarse, en el pensamiento de un Miembro de la Academia Sueca, la irreflexión de Borges, con su igualación de la teogonía patrimonial del pueblo nórdico, con el nazismo?
Como la de Borges en el mundo, la ausencia del Nobel para Rómulo Gallegos fue también, en Venezuela, un tema de especulaciones.
Con Beke, en su obra citada, fundamentada en Hyland, observemos “la posibilidad de alternativas” que nos ofrecen dos autores, Gallegos y García Márquez, cuando ambos narran sobre un personaje análogo, en sendas novelas: Doña Bárbara y El Coronel no tiene quién le escriba.
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García Márquez lo evita, en la narración del manoseo, en un salón de billar, de unas hojas clandestinas perseguidas por el gobierno del lugar: De pronto se interrumpieron las trompetas del mambo. Los jugadores se dispersaron con las manos en alto. El coronel sintió a sus espaldas el crujido seco, articulado y frío de un fusil al ser montado. Comprendió que había caído fatalmente en una batida de la policía con la hoja clandestina en el bolsillo. |
Dio media vuelta sin levantar las manos. Y entonces vio de cerca, por primera vez en su vida, al hombre que disparó contra su hijo. Estaba exactamente frente a él con el cañón del fusil apuntando hacia su vientre. Era pequeño, aindiado, de piel curtida, y exhalaba un tufo infantil. El coronel apretó los dientes y apartó suavemente con la punta de los dedos el cañón del fusil.
Se enfrentó a unos pequeños y redondos ojos de murciélago. En un instante se sintió tragado por esos ojos, triturado, digerido e inmediatamente expulsado.
-Pase usted, coronel.
August Strindberg, el escritor sueco más destacado de su época, no fue premiado con el Nobel. En su entierro, lo cargó en hombros el pueblo de Estocolmo y su cadáver paseado ante la Fundación Nobel en protesta, por el desaire de su obra y la negación del premio para él.
Quizás, en las bases y disposiciones en el Testamento de Nobel se encuentre la razón de aquella negación: éstas, consideran que el ganador debe ser de una vida privada virtuosa. Strindberg llevó una vida pública tormentosa, no sólo en Estocolmo, sino en la capital danesa, en Copenhague, en donde vivió, huyendo de las reacciones de su vida en Suecia. |
![]() August Strindberg |
Además, el ganador del Premio debe ser, según el donante Nobel, un idealista. Strindberg tuvo, en su obra y en su vida, todo lo contrario: una visión amarga, y real, de la vida.
![]() Humberto Fernández Morán |
Anabel Arends, doctora en Neurocirugía de la Escuela de Medicina del Hospital Carolino de la Universidad de Estocolmo, Stockholms Karolinska Universitetetssjukhuset, opinó, sobre el doctor Humberto Fernández Morán, en relación a mi pregunta de por qué no había ganado el Nobel de Fisiología y Medicina, por sus aportes a la Ciencia, en general, con el Microscopio Electrónico y el Bisturí de Diamante.
La doctora Arends, expresó, sencillamente, una razón de seriedad: el doctor Fernández Morán fue miembro del Hospital Karolinska hasta su muerte en 1999, y como tal, de la Junta del Nobel. |
El Hospital Karolinska, de la Universidad de Estocolmo, otorga el Nobel de Fisiología y Medicina, aunque, la organización administradora sea la Fundación Nobel, Nobelstiftelsen, en Estocolmo, capital de Suecia.
En «El especulador Precoz», impreso humorístico que circula encartado en «Ciudad de Caracas» y en El Correo del Orinoco , haciendo honor, quizás, a su título, advierte, en su edición del Año 2, N° 17, página 3, del miércoles 17 de octubre de 2012: La Academia Sueca acaba de declarar «La guerra» al darle el Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea.
![]() Edificio del Parlamento sueco |
El Nobel de la Paz no lo concede la Academia Sueca: por decisión testamentaria de Alfred Bernhard Nobel, lo concede el Parlamento Noruego, en Oslo, capital de Noruega.
La Academia Sueca concede el de Literatura, solamente. El de Fisiología y Medicina, como se dijo, lo otorga el Hospital Carolino, el Karolinska, de la Universidad de Estocolmo. El de Física y el de Química, la Real Academia Sueca de Ciencias. El de Economía, el Banco de Suecia, que fuera creado, especialmente, por esta institución bancaria e incluido al Nobel.
No hay premio para Matemática. Nobel consideró que el Rey Oscar había creado uno para dicha Ciencia a finales del siglo XIX, y que, por ello, no había de crearse otro.
Hay una razón, categorial aquí, que por clara, u obvia, no merecería incluirse, aunque, la insistencia de un común para quienes el premio sólo se otorga a comunistas, dejando en el olvido obras que hasta pudieran ser literariamente más sustanciales que algunas otras que hayan obtenido el premio, obligan a considerarse.
Si Pablo Neruda, Jean Paul Sartre, José Saramago; Darío Fo, Gabriel García Márquez, Harold Pinter, Doris Lessing y otros muchos ganadores de izquierda, o comunistas, fueron premiados, no fue por sus condiciones políticas sino por sus altísimos idealismos y por su configuración espiritual ante los poderes dominantes.

Del lado diferente, aunque de iguales idealismos y configuraciones espirituales, Mario Vargas Llosa, recientemente y Octavio Paz, en 1990, contradicen esta majadería. Fueron premiados, estando sus posiciones políticas muy lejanas de tales pensamientos de izquierda, o comunistas. Así, Boris Pasternak, durante la Guerra Fría, Aleksandr Solzhsenitzyn, Rabindranath Tagore, Rudyard Kipling, Joseph Brodsky y muchos otros, cuyo pensamiento político moderado no influyó en las decisiones de la Academia Sueca.
Nobel fue el promotor, económicamente, en París, de la Societée des Nations, origen de la Organización de Naciones Unidas, creada posteriormente a aquella, en San Francisco. Tal decisión le fue inspirada al aceptar la Orden del Libertador, que había rechazado algunos años antes, por considerar que le era presentada por “algún dictador sudamericano más”.
Al conocer la obra de Bolívar, escribió sobre este en francés, en París, un libro que no llegó a terminar porque lo alcanzó la muerte, el 10 de diciembre de 1896: “Monsieur Avenyr” (“Señor del Futuro”, mi traducción), creando, a su vez, el estipendio para la Societée des Nations.
“Del Nobel”, es una contribución a comprender significados de la vida de un hombre quien, con su sabiduría científica, creó aquello que otros han transformado en amenaza y tragedia: la dinamita y la nitroglicerina.
Éstas, en Venezuela, han sido aplicadas en la construcción de túneles y carreteras, y en la refinación de nuestro petróleo, crudo pesado: los tratamientos químicos que Nobel descubriera para el petróleo ruso han servido al producto venezolano.


rubinhernan@hotmail.com
En 1989, desatendió su profesión de productor en cine y televisión, área en la que se graduó en la London Film School, en 1969, y en la que realizó la producción de siete largometrajes, algunos cortometrajes documentales y más de cien programas culturales de televisión, además de comerciales para televisión.
En 1996, trabajando para la Universidad Simón Bolívar en un taller trimestral de producción publicitaria en formato cine + videotape, ingresó a la UCV en la modalidad para Docentes en Servicio, EUS, Estudios Universitarios Supervisados, en la esperanza de ser un mejor docente. Actualmente, con su experiencia universitaria, diseña su regreso al medio comunicacional, en donde fuera llamado por sus colegas “el Productor”.
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