Myriam Obadía: La sociedad democrática ha dicho ¡BASTA!

14 de abril de 2017

Venezuela dice Basta





Frente al abuso continuado de violaciones al pacto social, la sociedad democrática venezolana, lleva dieciocho años de aguante pacífico y reclamos civilizados. Posturas éstas, determinadas por el espíritu y la razón de haber nacido y crecido bajo el «Árbol de la Democracia». En cuarenta años, sus raíces se templaron y aferraron a la tierra; sus ramas se multiplicaron, formando una frondosa copa de libertades y derechos que nos arropó a todos, brindándonos seguridad jurídica. En cuarenta años, Venezuela vivió bajo un Estado de Derecho.

Bajo un estado de paz, cordialidad y fraternidad, continuó su modernización, su desarrollo, iniciado por un dictador que si bien fue corrupto y cruel, fue un militar que amó por sobre todas las cosas a su Patria a la que soñaba grande y soberana. Jamás fue capaz de una traición a ella, jamás, la entregó a proyectos y directrices foráneas; ni permitió que extranjeros invasores ocuparan cargos de confidencialidad reservados a nacionales, ni mucho menos, que militares extraños a la Patria penetraran los cuarteles.

El Pacto Social ha sido ametrallado por magistrados, que desvirtuando sus funciones y deberes han provocado la indignación de todos. Han incitado la ira de una población que por largo tiempo, ha soportado estoicamente que las Instituciones del Estado le ataran sus manos y sus pies y la colocaran frente a un paredón de inconstitucionalidad. La población democrática ya no tolera la violencia institucional de un Tribunal Supremo dependiente, que «interpreta» las normas constitucionales al antojo y al gusto del dictador y decide de acuerdo a sus necesidades.

Venezuela no más dictadura
El desamparo del pueblo ha sido total: tanto el Poder Electoral como el Poder Ciudadano, giran alrededor de las instrucciones del dominador. Somos víctimas de una dictadura que amenaza, insulta y agrede, de un régimen que ha vuelto trizas la libertad, la democracia, la justicia y la convivencia. Somos una población asfixiada y reprimida, por reclamar el cumplimiento de las normas constitucionales y exigir el respeto a nuestros derechos ciudadanos.Por encima de los treinta millones de habitantes, se impone la voluntad de un grupito comunista, sin credibilidad ni credenciales, un enemigo de la democracia, que dirigido por Cuba insiste en esclavizarnos e imponernos a lo juro el CastroComunismo. Saben los transgresores, que es la única manera que les permitiría resguardar y disfrutar su enriquecimiento ilícito. Ilusos piensan, que pueden repetir la «hazaña de represiones y engaños Fidelistas» para perpetuarse en el poder.

Venezuela en las calles
Harta de tantos excesos y atropellos, la sociedad civil ha reaccionado y ha salido a las calles inyectada de dignidad y coraje, resuelta a no sucumbir. Ha tomado conciencia de que su fortaleza radica en la unión, de que las mezquindades de dirigentes distraídos en sus propios intereses, no deben amilanarla ni mucho menos quitarle su fervor a la Patria que ama y que no quiere perder. Le aterra convertirse en zombi del dominio castrista. Por ello, ya no le importa la celada violenta ordenada por el régimen, ni la sádica y torrencial lluvia de lacrimógenas, ni el cobarde vuelo de un helicóptero piloteado por la vergüenza disfrazada de «verde oliva» lanzando tóxicos y objetos contundentes. El bravo pueblo se levantó y gritó: «¡Basta!salió empuñando su gloriosa bandera exigiendo democracia y colmando las calles de su tierra. Ya nada ni nadie lo amedrentará, ha reaccionado ante la grosera avalancha de los lacayos de la dictadura, que pretendiendo proteger sus iniquidades y prerrogativas doblan sus rodillas ya callosas por 18 años de postración. Se le acabó la paciencia, dejó de reencarnar a Job el personaje bíblico, son dieciocho años de arbitrariedades, de abusos, a los que no estaba acostumbrado, ni se acostumbrará ¡gracias a Dios!

Es importante en estos momentos no equivocarnos, hay que poner en práctica los consejos que un experto en Psiquiatra, Antropólogo y Escritor, el Dr. Luis José Uzcategui, expresa en su libro La Miedocracia: «El miedo paralizante y la rabia torpe no tumban gobiernos, los eterniza; el miedo creativo y la rabia resolutiva sí mueve gobiernos, los castiga. Futuro=Miedo creativo+rabia resolutiva»

Myriam Obadia


Myriam Obadia

Abogada. Bibliotecónoma
@mybuho7 






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