Jesús Peñalver: Vejez, divino tesoro
13 de julio de 2015
Compartir el post "Jesús Peñalver: Vejez, divino tesoro"
![]() |
Vejez, divino tesoro Rómulo ya la patria está muy lejos; la encuentro ya como al amor los viejos. Andrés Eloy Blanco a Rómulo Gallegos |
Anticipo la obviedad que no tengo nada en contra de las edades, por el contrario, “nada humano me es ajeno” y me entusiasma saber que voy viviendo dándome cuenta de las etapas que vivo en mí mismo y lo que miro en mi entorno.
Entre tantas canciones y poemas, discursos y frases de autoayuda, y en fin, todo cuanto el ingenio humano ha producido y pronunciado acerca del hombre y sus tiempos, me quedo con esa que reza más o menos así: “cada edad tiene su encanto”.
Viene a cuento la retahíla inicial, por la alharaca que exhibieron algunos aludidos, al leer el comentario en redes sociales que este escribidor hizo: ¿se dan cuenta, ni ser estudiante ni joven o las dos cosas, es garantía de buen desempeño parlamentario ni nada?
Ni por asomo quise meter en un mismo saco a todos los jóvenes estudiantes que hoy, como ayer, quizás más o quizás menos, con similares o parecidos, disímiles o concurrentes argumentos, han mostrado la suficiente valentía y el coraje para enfrentar a esa cosa aposentada en Miraflores, sucesora de aquella terrible pesadilla que encarnó el milico golpista Hugo Chávez y que nunca ha debido tener cabida en nuestra vida republicana.
Son el futuro de cualquier sociedad y en ellos debemos depositar las mejores esperanzas del progreso social, bien para corregir errores, subsanar omisiones, y desde luego, alcanzar objetivos de rectificación. Particularmente, no creo conveniente apoyar a los jóvenes en esos fines, denostando al propio tiempo la política. La organización de ellos perdura en el tiempo, y no es dable pensar que el futuro pueda ser distinto.
El furor e ímpetu juveniles bien vale la pena canalizarlos; sus inquietudes, optimismo –pesimismo a ratos- y entusiasmo no están reñidos con la organización política. La política es una disciplina de tiempos, plazos o etapas. El sentido de la oportunidad y la capacidad de autocrítica de cada quien, serán determinantes para aquellos que decidan dedicarse a ella.
En tiempos de angustias que vive el país, no podemos mirar de soslayo los movimientos juveniles, ni sus afanes por alcanzar objetivos de prosperidad, y fundamentalmente, para que cambie el estado de cosas que hoy vivimos. Eso sí, nunca echando a un lado la organización política, continuada y consistente. No se concibe la democracia sin partidos políticos. Y mucho menos desaprovechando los mecanismos de participaciones que se tienen al alcance.
Cuando se quiere vaciar un líquido en un frasco de boca pequeña, tenemos que actuar lentamente. Si actuamos precipitadamente el líquido se bota y el frasco no se llena.
Dice Fabio Quintiliano: “No se le puede dar instrucción, educación, formación a una persona que no tiene capacidad para adquirirla, que la adquisición no puede hacerse bruscamente sino por etapas, lentamente”.
Por su parte los sicólogos, recurren a los términos de maduración o madurez y ésta se produce en forma irregular, independientemente de la edad. Unos maduran más pronto, otros más tardíamente y hay personas que se mantienen en un permanente estado de inmadurez.
Así las cosas, sorprende la inopia intelectual y el enanismo político de ciertos personajes del gobierno, como también de “las oposiciones”, que desprecian la dignidad de las personas. Bichitos que burlan las instituciones democráticas, desprecian al que piensa distinto y hacen del insulto su lenguaje corriente.
No conforme con los hechos, también maltratan con palabras. Es una barbarie mala, macabra.
Jesús Peñalver es abogado
Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver
Compartir el post "Jesús Peñalver: Vejez, divino tesoro"



