Raquel Fernández: Siria, la guerra que les arrancó su infancia
12 de diciembre de 2014
Compartir el post "Raquel Fernández: Siria, la guerra que les arrancó su infancia"
Sin escuelas ni medios, muchos de ellos han canjeado su infancia por un rifle de combate.
Otros, lo han perdido todo, incluso la sonrisa.
Más de 3 años de guerra han dejado profundas cicatrices en 5,6 millones de niños que sufren situaciones extremas dentro de Siria. Una situación que se ha visto incrementada por la actuación del Estado Islámico en el país. Casi 2 millones de menores viven ahora refugiados en Líbano, Jordania, Irak, Turquía, Egipto y otros países del norte de África. Según la ONU, 9.000 han muerto durante el conflicto: ejecutados, incluso torturados hasta morir.
Según Unicef, Siria se ha convertido en “uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser niño”.
Los niños de la guerra “Recuerdo todo. Todo era mucho mejor. Más bonito; pero entonces la guerra estalló delante de nosotros. Ya nada es bueno”. Nour. 10 años.
Han visto la guerra de primera mano. Cara a cara. Saben lo que es huir con lo puesto fuera de casa y lejos de su país. El 18% de los refugiados no llega a los 5 años, el 38% tiene menos de 12 años y la mitad son menores de 18. Un nuevo informe de ACNUR alerta sobre la cifra de niños sirios que están creciendo en familias fracturadas, sin educación y siendo las principales o únicas fuentes de ingresos de sus hogares. Antes del conflicto, la tasa de asistencia a la escuela primaria se situaba en un 97%. Ahora es del 6% en algunas áreas.
En los países de acogida hay entre 400.000 y 500.000 niños sirios que no van al colegio. Más de 200.000 se han visto obligados a alejarse del sistema educativo para comenzar a trabajar a edades tempranas como los 7 años. Un cuarto de los niños están hospitalizados. Según datos recogidos por Save The Children, en uno de los hospitales que tiene instalados en Siria, el 24% de los pacientes son menores de 14 años. La mayoría llega con quemaduras graves, heridas profundas y fracturas abiertas provocadas por los bombardeos.
La guerra está provocando que los niños se vean afectados por enfermedades que se pueden prevenir con medicamentos y vacunas. Muchos ingresan con diarreas, sarampión y neumonías. La poliomielitis, erradicada en toda Siria en 1995, ha sido contraída por 80.000 niños en todo el país. Para los niños sirios los últimos años han sido los más largos de su vida. La inmensa mayoría tienen problemas psicológicos. Cuando escuchan el sonido de un avión o helicóptero muchos se quedan en completo silencio, cerrando sus puños con fuerza esperando a que pase de largo. Por las noches lloran, tienen miedo y se asustan cuando los dejan solos, aunque sea por unos segundos. En situación aún más preocupante se encuentra el millón de menores atrapados con sus familias en las zonas asediadas o donde no llega ayuda humanitaria. Unos dos millones de niños sirios necesitan asistencia psicológica y tratamiento.
Zaatari, el «campamento de los niños» “Cuando sea mayor, si hay bombas cerca de nuestra casa, y mi madre se esconde debajo de la cama, yo iré a ayudarla”. Nadeen. 6 años. Una generación de niños entera está resultando azotada por el conflicto sirio. Sus vidas y futuro permanecen en standby mientras la violencia continúa sin cesar. A diario en Siria son testigos de las atrocidades, como en esos vídeos de propaganda del Estado Islámico a los que ya casi nos estamos acostumbrando, en los que crucifica o se decapita a hombres, mientras se entremezclan entre la turba, soldados, civiles, y niños, a los que les obligan a participar en el ritual sangriento. Si logran salir con sus familias hacia algún campo de refugiados, nunca podrán olvidar lo que han visto.
El campamento de Zaatari, Jordania, es el segundo más grande del mundo, donde la vida se ha organizado entre casas prefabricadas y tiendas de campaña, hasta convertirse en una pequeña ciudad. Lo llaman el campamento de los niños. Allí entre columpios y toboganes, vuelven a ser tan solo niños y olvidan por un rato su condición de refugiados. El número de residentes de Zaatari supera los 150.000. La mayor necesidad para los pequeños es la construcción de nuevas escuelas. De 60.000 niños, solo 10.000 van al colegio. La comida, el agua y la sanidad también son necesidades urgentes. La convivencia en el campo también está generando problemas de violencia e inseguridad. La presencia de yihadistas y el desamparo de los menores que llegan solos son dos de los retos para los gerentes del campo.
Niños y mayores sufren cada día las condiciones extremas en Zaatari, por no tener los fondos que les niega la comunidad internacional. Jordania se encuentra desbocada demográfica y financieramente por los 483.000 refugiados sirios que han traspasado su frontera a un ritmo de 2.000 al día. Rifles por juguetes “Fuimos al hospital y allí vi a mis hermanas sobre el suelo. Creí que estaban vivas y les estaban dando tratamiento”. Shorouq. 12 años.
Amr, se unió a la Brigada Daoud del EIIL a los 15 años junto a otros 3 niños de su edad. Cuando las fuerzas de seguridad capturaron a los demás, Amr decidió convertirse en combatiente. “Me dieron un kalashnikov con seis cargadores, y un uniforme militar». Le pagaban 100 dólares al mes, la mitad que a un adulto. En el último informe de Human Rights Watch “Tal vez vivamos y tal vez muramos: el reclutamiento de niños por grupos armados de Siria”, se reflejan las experiencias de 25 niños de hasta 15 años, reclutados para el combate u otras tareas bélicas. Se han documentado sus experiencias en varias de las organizaciones armadas, especialmente en el Estado Islámico y el Frente Al Nusra, que cuentan con varios campamentos donde los niños son aleccionados en el islamismo radical, se le da formación militar, y se les enseña también todo lo necesario para convertirse en terroristas suicidas; varios vídeos con simulaciones de atentados suicidas protagonizados por niños de Al Nusra en Siria han conmocionado al mundo en los últimos meses. Según relatan los propios niños, tomaron las armas por varias razones: “después de haber sido detenidos y torturados por las fuerzas de seguridad; tras participar en protestas políticas; junto a miembros de su familia; después de que sus escuelas cerrasen o porque querían ir a combatir”. Según el documento “en algunos casos, grupos armados antigubernamentales reclutaron y alistaron a niños en campos de refugiados”.
Niñas obligadas a casarse “Mañana es el primer día de colegio. Voy a leer y a escribir”. (Aya. 7 años)
La historia de las niñas obligadas a casarse es muy común en zonas rurales de Siria. Las infancias robadas se han multiplicado ahora por las penurias en los campos de refugiados. Las familias optan por el matrimonio precoz por la escasez de oportunidades económicas. También para “proteger” a sus hijas de la violencia sexual.Un padre puede entregar a su hija a otro hombre por unos 500 euros. «No quiero casarme. Quiero terminar mis estudios y llegar a ser doctora. Sin embargo, mis padres me fuerzan a casarme. Mi padre estaba preocupado por el acoso sexual que hay aquí”. Las palabras son de una niña siria de 13 años. Antes de la guerra, un 2,5% de las niñas ya estaban casadas a los 15 años.
Ahora, más del 50% de las menores ya han contraído matrimonio. El 48% de estos casamientos se producen con hombres 10 años mayores. Incluso, en países vecinos, como Líbano, la ley permite el matrimonio de niñas de hasta 13 o 14 años, incluso de 9. La ONU deja de alimentar a los refugiados sirios El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció este lunes que ha suspendido la ayuda alimentaria a más de 1,7 millones de refugiados sirios por problemas presupuestarios. El PMA necesita inmediatamente 51 millones de euros para asistir durante el mes de diciembre a los sirios refugiados en países vecinos. Mientras tanto, el invierno se acerca… Foto: Save The Children
Raquel Fernández
Periodista @Rakelfernandez7
Nuestra gratitud a Neupic.com
Compartir el post "Raquel Fernández: Siria, la guerra que les arrancó su infancia"



