Luis José Uzcátegui: La fiesta de lo insustancial

Ningún país del mundo quiere parecerse a lo que se parece Venezuela. Algo qué podría incitar a reflexionar, si una nación (o una época) es tan desgraciada que se ha convertido en exclusividad del mal…

¿Qué se puede esperar de los que opinan? Que digan que todo es desastroso pero el poder es el poder, que la solución es la educación, que “descubran” cada dos semanas lo mismo y lo publiquen en artículos dantescos y “profundos análisis» sobre la fascinación de un gobierno por la mentira y como pisotear los derechos humanos hace gozar al régimen.

El pensamiento colectivo de los que examinan el país tiene aroma desabrido, con diferentes estilos, son mensajes catárticos: facilita expulsar sus humores y “meten el dedo” a los lectores originándoles una doble fiesta emocional: unos se desahogan a través del contenido, otros se “arrechan” de tanta… y la mayoría siente ambas emociones.

Quejas, denuncias, propuestas, historias bobas, videos ridículos, mensajes chocantes, encuestas “desgarradoras”, confidencias tontas, chistes torpes, burlas, análisis juguetones, sobran. Pero no se logra hacer un frente mediático compacto que exija erradicar una de las grandes desgracias de este momento, la compulsión de dirigentes, “pensadores” y analistas de oposición a fomentar discordia y desconfianza; la gente está hastiada; también confusa (algo muy peligroso en época electoral); no saben si ver los árboles, el bosque o cerrar los ojos.

Mensajes coincidentes y novedosos destrozarían el mal de forma contundente, similar como lo está haciendo la corrupción, escasez, desgracia, hambre, inflación, mentira, homicidios, pobreza, cinismo; fomentar la confianza e ilusión también ayuda -y a veces mucho más – al triunfo electoral.

Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com  / @LuisJUzcategui

Su más reciente libro “La Miedocracia. Venezuela, el país del miedo”
http://www.amazon.com/dp/B00WC90HJQ?ref_=pe_870760_118561140