Luis José Uzcátegui: En Venezuela, ¿se entenderán oficialismo y oposición? (Parte 1)

Empecemos por hechos elementales, para los seres vivos entenderse es implícito a su existencia, los animales -inclusive de diferentes especies- siempre terminan generando cierto equilibrio.

En los humanos las cosas son diferentes, la mente hace más difícil o más fácil entenderse a veces sin importar que el acuerdo tenga consecuencias crueles y desgraciadas para el pueblo. Y la cuota animal que el pensante lleva en sus genes no siempre obstaculiza los acuerdos cuando las cosas se ponen “chiquitas” o difíciles instintivamente el sapiens busca negociar.

Qué determina el entendimiento

Dos factores condicionan el entendimiento: el mundo psicológico de los participantes y las realidades externas. Por ejemplo, no es lo mismo que la oposición venezolana saque mayoría absoluta en las elecciones del 6-D o que la diferencia sea cerrada o pierda. En cada caso el funcionamiento emocional y entendimiento será diferente entre gobernantes, militares, gobernantes extranjeros, dirigentes de oposición y pueblo.

“Psicópatas normales”

El individuo cuando tiene poder bien sea a través del dinero, la política, roles o posiciones su mente cambia y adquiere un particular estado de conciencia. En mayor o menor grado se convierte en generador de conductas trasgresoras, mentiras repetidas, abusos infinitos, corruptelas y se hace expertos en crear agresión, miedo, terror y burlarse de las leyes.

Esta situación mental y social siempre ha sido aceptada y “tapareada” por el conglomerado de poderosos. El virus de la “psicopatía normal” los atrapa y hermana, es muy difícil, que un individuo con poder político, narcoterrorista, económico, religioso, académico, intelectual, etc., señale o fije una posición contra otro poderoso altamente trasgresor si existe algún vínculo o interés entre ellos.

“Psicópatas racionalizadores”

Los formatos racionales para explicar este tipo de negociaciones sobran: “Paz a cambio de no aplicación de leyes a trasgresores con poder”; “paz a cambio de negociaciones sucias”; “paz a cambio de que siga la inmundicia colaboracionistas”. “Hay que garantizar la paz y la estabilidad de las naciones, aunque triunfe la impunidad”

¡Y hay más…! «La política es así. La política es el arte de negociar no importa con quien. Mientras Yo siga montado en el “coroto” o esté cerca, los demás que se j…» 

¡Y hay más…! “El pueblo no entiende que la política son negociaciones por “debajo de la mesa”. El pueblo no entiende la “Realpolitik” (política de la realidad y del “abuso”). Nosotros los que tenemos años haciendo política o estamos montados en el poder si sabemos destrozar a la sociedad a cambio de mantenernos en el poder”.

¡Y hay más…! “Acaso en todas partes no se negocia sucio: Casa Blanca, OEA, Vaticano, Mercosur, en los poderes, entre gobiernos, entre mandatarios, entre bandidos, entre narcotraficantes, entre moralistas, entre Tú y Yo y la negociación más dañina entre Yo con Yo.”

¡Para muchos la psicopatía es la cuota que tiene que pagar el humano para que el “equilibrio” político y la “modernidad” se mantengan!…

“Psicópatas selectivos”

Es obvio que el mundo y una gran mayoría de sus dirigentes están navegando en una cultura antisocial, pero son selectivos y se disfrazan de demócratas, “intelectuales”, creyentes, etc., y realmente no les importa el prójimo. Mucho menos la empatía (esto ni lo entienden ni les concierne un bledo). No les importa que otros sufran por falta de medicinas, alimentos, homicidios, pobreza y la desgracia sea el aire que el ciudadano respira todos los días. Todo está muy bien mientras ellos, su familia, amigotes, su equipo, “hermanos” de partido o socios de maldad estén felices robando, abusando y gozando.

Continuará…

Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com  / @LuisJUzcategui

Su más reciente libro “La Miedocracia. Venezuela, el país del miedo” *
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