La perversidad exhibicionista del madurismo: sale del closet para ensalzar su costura militarista

10 de julio de 2020

Maduro y el militarismo




Aunque los venezolanos han visto muchos de estos episodios desde que Hugo Chávez llegó al poder, es la primera vez que, ya escrutados a la luz de la comunidad internacional, el madurismo-chavismo sale del closet para ensalzar voluntariamente su costura militarista.


Quizás sea la primera vez desde que el mundo occidental ve sin pruritos la crisis venezolana, que el régimen madurista que heredó a Hugo Chávez y sigue usurpando el poder, dice en público y sin tapujos que su sistema no es alternativo, que la democracia es una formalidad vacía y que los militares son los que mandan.

Ocurrió este pasado 5 de julio, día de la independencia de Venezuela, una fecha patria que lo civil nunca logró protagonizar, y que aún en las décadas de esplendor democrático venezolano, se conmemoraba con desfiles de uniformados, exhibición de armamento y festejos castrenses (un símbolo aparentemente inofensivo de ese militarismo que lo civil no terminó de superar).

Ahora es distinto, claro está. Los militares no sólo han ocupado espacios de poder civil sin haberse retirado de la institución armada, desde que Chávez tomó el gobierno en 1998 (como era de esperarse, su gente de confianza era militar y como militares su desconfianza en lo civil era permanente), en los tiempos que corren no son solo administradores, actores y factores del poder, el contrabando y el narcotráfico, sino que asumen sin ambages que son ellos quienes informan a la población y al mundo del destino de la democracia venezolana.

Padrino el 5 de julio 2020
«Mientras exista una FANB (Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas) como las que hoy tenemos, anti-imperialistas, revolucionarias, bolivarianas, nunca podrán ejercer el poder político en Venezuela». Así, literalmente, se refería el General en Jefe de las fuerzas armadas venezolanas, Vladimir Padrino, a la oposición venezolana, que las encuestadoras independientes estiman al menos en 80 por ciento de la población.

Bien dice el politólogo checo Adam Przeworski de las dictaduras que no pueden hacer elecciones limpias «por una razón muy simple, no pueden ganarlas».

Por cierto, Padrino no hacía comentarios informales, sino que daba un discurso oficial a propósito de la fecha patria, en el que, como se ha naturalizado en tiempos de chavismo, da sus posturas políticas sin ningún pudor. No tanto omitiendo, como sobre todo recordando a los venezolanos que lo hayan olvidado, que las fuerzas militares del país no son ni para defender la democracia ni para defender a todos los venezolanos y su soberanía, sino para asegurarse de que permanece por la fuerza el sistema que representan y usufructúan.

Por supuesto que la Constitución venezolana prohíbe como en cualquier constitución liberal, que las fuerzas armadas tomen partido en la diatriba política del país, convirtiéndose además en la garantía de que la voluntad de las mayorías sean las que se hagan realidad.

Julio Túpac Cabello (Yahoo Noticias)


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