Luis José Uzcátegui: ¡Venezuela hundida por círculos malignos!

Dos círculos malignos tienen hundida a Venezuela y es la respuesta a tantos interrogantes que atormentan al ciudadano hasta en los sueños: ¿Cómo es posible qué un muy pequeño grupo de individuos sea el que genera esta gigantesca tragedia? Con respecto a los sueños, los personajes que aparecen, con gran sorpresa, son parecidos a los del grabado de Goya en su obra genial “El sueño de la razón produce monstruos”. Cuando tanta razón se agota, cuando rendida por la lógica y evidencia de tantas atrocidades la mente ya no puede pensar se queda dormida y aparecen en sueños engendros, atrocidades, animales, oscuridades, cercanías, lejanías y también la Luz.

Primer circulo

Ingenuo seria pensar que dictadores tan atroces como el de Corea del Norte Kim Jong-un, los hermanos Castros en Cuba, Putin en Rusia o Daniel Ortega en Nicaragua se mantienen en el poder sin el apoyo de un pequeño grupo de secuaces que a cambio de recibir carta blanca para delinquir, robar y abusar son incondicionales. Tampoco lo hicieron Hitler, Hussein, Stalin, Pinochet ni el legendario rey de Francia Luis XIV, conocido como el rey Sol a quien se le adjudica la famosa frase El Estado soy Yo. Todos los gobernantes y con mayor énfasis los dictadores poseen un círculo íntimo que rotan en posiciones para tenerlos satisfechos pues de lo contrario empiezan a motivarse por cambiar la cabeza del poder; el tirano lo sabe y los controla con chantajes y canonjías. Ministros, parlamentarios, militares, exclusivos amigos nacionales y extranjeros integran este primer círculo.

Segundo circulo


Un poco más distante en intimidad, pero tan voraces como los primeros, el segundo círculo está compuesto por un heterogéneo grupo de vividores, “pensadores”, aduladores, oportunistas y algunas fichas de la oposición. Y los inefables financistas, negociadores y arrastrados dedicados a dar y recibir dinero -o lo que sea- a cambio de estar… También el gobernante se preocupa que no se molesten en demasía ni que dejen de “chupar” pues fácilmente se pueden convertir en críticos del “Príncipe” y abogar por cambiarlo.

Tercer circulo

Es en este círculo compuesto por el pueblo en donde la desgracia es el pan de cada día. Son los tontos útiles, los hacen sentir importante en épocas de elecciones y cuando hay dinero le reparten para que no echen broma; pero cuando el país entra en el barranco, inflación y caos les hacen saber que tienen que estar donde siempre han estado, en el último lugar. Los regímenes totalitarios no les importa llevar a la miseria a millones de humanos y ensartarle varios “Dakazos” a cambio de tener contentos al primero y segundo circulo quienes a pesar de la crisis atroz siguen gozando y haciendo fortunas. ¿Creen ustedes que un régimen dominado por círculos malignos -a pesar de tener minoría- aceptará migrar a un modelo económico lógico, reconciliar, le interese la pacificación, entienda lo que es transición política o respeta normas en las votaciones?

Alerta roja…

Al país lo hunde unos pocos; pero el país que se hunde es el de millones de venezolanos.
En estas condiciones se camina hacia las elecciones del 6-D o hacia algo que genere solución al desastre.

Como se rompen los círculos

Nada es inamovible, nada es perdurable y menos en época de tragedia. El primero y segundo círculo se fragmentan cuando el desorden y el caos se hace insostenible; los integrantes y amigos del régimen corren a buscar guarida en otro candidato o gobernante para cobijarse y hacer lo que saben hacer: darle soporte a la desgracia.

Si el tercer círculo: el pueblo ha aprendido elige los mejores y exige con acciones no seguir siendo burlado.

En política la evolución social está cambiando las reglas del juego y se avizoran formas de participación ciudadana muy modernas que demanden y supervisen trasparencia y conocimientos en los integrantes de los círculos, “mesa de unidad”, partidos, poderes e instituciones.



Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com  / @LuisJUzcategui


Su más reciente libro “La Miedocracia. Venezuela, el país del miedo”
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