Jesús Peñalver titula ¡Luminoso día!

Amanecimos agotados, pero contentos. Sabemos que la política es un juego incomprensible para muchos. Hemos luchado hasta el cansancio para evitar el control totalitario; es imposible imponer la imagen de un caudillo sobe la idea de democracia y de régimen de libertades públicas. A eso dijimos no el pasado 6D.

También nos negamos a la loca persistencia esa que pretende borrar la civilidad para imponer el militarismo. Por dicha, tendremos una verdadera AN -se aspira- en lugar de una gallera o un cuartel.

La supuesta vinculación del régimen con el narcotráfico, las barrabasadas del “presidente” que incluían amenazas y sobre todo, la gravísima crisis que se vive en muchas áreas, apuró y determinó en cierto modo, el resultado que condujo a la situación actual.


La actuación y apoyo de la comunidad internacional ayudó mucho. De otra forma hubiese sido imposible reconocer el triunfo, aunque parcial, a pesar de los señalamientos indicando que la voluntad popular ha sido pagada por los fraudes o abusos de poder.

A menos de 48 horas de la jornada, hay quienes cantan victoria y otros no. Yo canto por los 112 diputados y a por más, por mi indoblegable optimismo que intento administrar racionalmente.


El país reclama que Tibisay Lucena respete la mayoría calificada, no la descalifique con su silencio, ni con su odiosa risita ni con su vuelo rasante después de bajar la rampa, cuando en breve dio unos resultados que parecían ocultar la derrota propinada con votos al mal gobierno rojo rojito que perdió “como sea”.

La responsable de toda esa alharaca, lío informativo y habladera de paja post electoral, es la presidenta del CNE, cuya parsimonia en nada ayuda a calmar ánimos, cumplir con su deber y a respetar el derecho del electorado a estar oportunamente informado de las resultas electorales.


Ella ha debido dar el mazazo o tubazo informativo, la misma noche del domingo. ¿O acaso no tenemos el mejor sistema electoral del mundo?

Esperemos con paciencia de relojero, persistencia de ola y resignación de cardón lo que todo el país sabe. Que prive en todo el sentido común, sin perder de vista las desgraciadas consecuencias de haber elegido a un milico golpista, resentido y delirante que con odio social inició la pesadilla.

Es una barbaridad decir que el pueblo manda haciendo colas por un paquete de harina o pote de leche y pariendo por medicinas.

Miremos, cómo seres miserables siguen recorriendo las calles de la ciudad: niños, mujeres, preñadas algunas, indigentes todos; deambulan sin saber a dónde ir, y esta triste realidad debe llamar la atención de la sociedad en general, del gobierno aposentado en Miraflores que no ha sabido atender la asistencia o desarrollo social.


Un pueblo que no tiene hambre sonríe y es libre. Su venganza fue el voto, nada más cívico y democrático.
Como saben y lo grito a menudo, mi estado civil es irreversiblemente civil. No gané el domingo civilmente, para agradecerle hoy a ningún militar nada.

No tengo nada que agradecer a la FAN, pues si cumplieron con su deber, ese es su compromiso y juramento. Además, les pagan por ello. Convengo desde mi rol ciudadano, cívico, civilista y civil, en reconocer a la FAN el cumplimiento de su compromiso institucional.

No puede ser que ahora el general Padrino López resulte un Chapulín Colorado, suerte de héroe de nuevo cuño, porque ha cumplido la obligación que juró cuando decidió ser militar, por lo cual recibe una paga.


No es nada personal ni acá se pretende insultar a la FAN ni a ninguno de sus integrantes. Ratifico lo dicho y solo insistiré en el reconocimiento al deber cumplido, y por encima de todo, a la participación ciudadana. 

La garrulería y la incontinencia verbal de poco aporte han sido a la hora de la solución de algún problema, cuando más han servido para condenar a quienes las practican.

El domingo 6D Venezuela recibió una cuantiosa, valiosísima, millonaria cantidad de donantes de democracia. Celebremos.




Jesús Peñalver es abogado
Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver