Luis José Uzcátegui titula: María Corina y la derrota del miedo

8 de julio de 2018

Para que se instale un gobierno con políticas públicas diseñadas para generar desgracias y crímenes de lesa humanidad el uso del miedo es indispensable, sin terror, no se puede activar uno de los actos más absurdo de la condición humana: que unos pocos con poder destruyen a millones de ciudadanos. Sucede en Venezuela, el miedo le ha dado sustento a una llamada “democracia” que lleva 19 años creando miserias atroces y terror apoyados en el control de las fuerzas armadas, las instituciones, la economía, los poderes públicos y una forma macabra para generar miedo: La dualidad del mal.

A cambio de ayudas míseras, chantajes y engaños al pueblo se le convierte en lacayo y si no es consecuente con los pedimentos del gobierno se le amenaza con quitarle lo dado. Bajo la dualidad del mal, al venezolano se le humilla con dadivas y con el miedo se patea, similar a los esquema utilizado para controlar a los primates no pensantes, si el animal no responde, no recibe comida.

Y cuando el dinero se acabó, aprovechado la inducción por parte del gobierno de pobreza, hiperinflación y ruina social se estableció como objetivo convertir a los venezolanos en adictos: Adictos a la desgracia. La estrategia es lograr seres que lo único que puedan hacer es lamentarse, vivir desesperados por los precios, aturdidos por la escases de alimentos, de medicinas y hacerlos sentir y creer que no hay presente ni futuro para ellos ni su familia.

Pero lo que nunca espero el gobierno es que un día el miedo dejó de ser la herramienta asesina para doblegar a los venezolanos y además se dio la convergencia de dos fuerzas titánicas: La derrota del miedo por parte del pueblo y María Corina Machado.

Todo se inició años atrás, María Corina reta al mundo político tradicional y desenvaina dignidad, coraje, principios y después de ser botada de la asamblea nacional en parte por componendas de sus compañeros de “oposición” y ser arrastrada y golpeada salvajemente en el hemiciclo se dedica a recorrer el país.

Y llega el 20 de mayo del año 2018, más del 80% los venezolanos asqueados con el gobierno y políticos tradicionales confirman que no es que no sienten miedo, claro que sienten miedo, pero rompieron las amarras emocionales con el terror y bajo una hipérbole de lucidez identifican a María Corina como la líder signada por la realidad para asumir la reconstrucción del país. Además una líder embebida en una hidalguía y valentía sólo imaginada en las heroínas.

Ahora la jugada inteligente está en manos de organizaciones como Fedecamara, Consecomercio, universidades, gremios, iglesias, empresas y grupos de trabajo que con frecuencia sus mensajes -tal vez sin saberlo- sabotean el sentido de realidad que posee en este momento el pueblo venezolano.

No es tiempo para mensajes subjuntivos como lo deseado, lo posible, lo hipotético, es imperativo plantearle a la sociedad venezolana mensajes indicativos que precisen decisiones y acciones. Ya basta de encuestadores acomodaticios que cambian de cifras y opiniones de acuerdo al color de sus camisas, ya basta de conductores de programas, columnistas y analistas que no generan nada diferente a lo insulso. Es tiempo de algo más que el léxico, esa palabra que rebusca en la memoria la correspondencia con lo antaño y la mediocridad, es imperioso pasar a la semántica creativa para construir mensajes con nuevos significados. Ya millones de ciudadanos están destrozando las tenazas del miedo y han encontrado en María Corina Machado el líder para ser libres, prósperos, trabajar y educarse.