Luis José Uzcátegui: ¡Maduro y sus emociones!

7 de diciembre de 2015

Nicolás Maduro 6D




Los resultados de ayer 6 de diciembre pueden ser explicados y analizados en función de varios escenarios y uno de estos son las emociones de Maduro. Maduro logró lo que nadie se imaginaba: incinerar el mito Chávez. Quién iba a pensar que el elegido por el gran caudillo con un mensaje monótono, pesado y tosco ayudara intensamente a desconstruir el gigantesco proyecto mediático de convertir a Chávez en referencia mitológica.

Así son las cosas, diría mi recordado amigo Oscar Yanes. En este caso, así son las cosas de la mente y más concretamente del cerebro emocional. Los mensajes emocionales pueden hacer que en meses se pierda más de treinta puntos en las encuestas y se convierta en protagonista principal de la derrota electoral de ayer.

De aquel funcionario que hacía presumir que tenía algo de seguridad, una vez que Maduro se transforma en candidato, se autoridiculiza al lanzar por su difunto jefe loas, llantos, gemidos e invocaciones amañadas. ¡Desdibuja su propia imagen…!

¡Así inicia su caída! El camino al poder se le convierte en el drama de Sísifo. Lo apuntala un Estado convertido en imponente empresa de marketing, dinero, regalos, mentiras, miedos, triquiñuelas electorales y sin duda a la sombra del líder, pero Maduro sin pena y ninguna gloria dado que su carisma es nulo se convierte en peso muerto.

Maduro Cuartel de La Montaña
Inevitable, las emociones llevan a la cima pero también conducen al fracaso. Con esta imagen de hombre compungido y una campaña tipo show no logra transmitir sino falsedad que agudiza el derrumbe de su gobierno. Pierde unas elecciones sustentadas en una campaña de incertidumbre, incredulidad e insinceridad. Lo perciben como un líder insípido que se mueve en desbandada y si bien se esfuerza en ser campechano, cariñoso o encantador es entonces cuando profundiza el rechazo.

Utilizó el «tira y encoje», ofrece conciliación y diálogo pero amenaza, se violenta y apoya agresiones generando un «desnudo psíquico». El país percibe que no es sincero, no tiene autonomía, no sabe lo que quiere, sigue una opereta de odio y terror y no se sabe quién manda. Y como si fuera poco después que el Consejo Nacional Electoral da los resultados Maduro se dirige al país para decirles nada más y nada menos que hay “Maduro para rato…”



Luis José 7 de febrero 2015

Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com  / @LuisJUzcategui

Su más reciente libro “La Miedocracia. Venezuela, el país del miedo” 







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