Gustavo Mura y una reflexión…

Cristina Fernández de Kirchner cree, está convencida, de que el sillón de Rivadavia fue hecho para ella. Como si Bernardino compartiera la misma visión de país. No admite que haya otra forma de gobierno. No acepta que eso es lo atractivo de la democracia. Queda en franca evidencia su intolerancia y soberbia.

Es ella, y nadie mas que ella. O en su defecto sería él, si estuviera vivo. Pero nadie mas. Lo único que sirve en este mundo es SU proyecto. SU medicina. SU receta. NO admite que haya otra visión. Y lo dice impunemente, sin que nadie chiste. Esa es la postura del tirano. Eso es lo que le hace una marca con resaltador a un autoritario. De todos modos, se me ocurre una salida… 


Aunque ella no la otorgaría. Si tiene tanta preocupación, y es acompañada en esa angustia por mucha gente, yo le/les propongo un acuerdo… Por qué no valernos de la grieta para separarnos, como lo hacen los matrimonios que no van más, o las sociedades. Las partes se someten a una mediación, y listo. Yo creo que tendríamos que dividirnos el país para que cada uno viva de acuerdo a lo que su visión pretende. Las elecciones del 25, como en los campeonatos, definiría las localías o cabezas de serie.

Cada gobernador decide a qué país quiere pertenecer. Ejemplo: Buenos Aires y CABA pertenecerían al país ‪#‎CAMBIEMOS‬. Santa Cruz y San Juan irían para el país ‪#‎FPV‬. El que gana el 22/11 se queda con la Rosada, le hacemos un DF alrededor. El que pierde elige sede. Las provincias que no son ni de una ni otra fuerza política tendrían derecho y autodeterminación para elegir a qué país quieren pertenecer, y las que quieran hacer el famoso «salto de garrocha» deberán convocar nuevamente a elecciones para ver si los que están adentro lo apoyan.

¡Ah! con esto queda más que claro que quienes no quieran pertenecer al país al cual su provincia adhiera puede mudarse, sin que ello implique la pérdida de su nacionalidad. Todos seguiríamos siendo argentinos, nada más que cada uno tramitaría sus papeles federales de acuerdo al país que abrazó.
Todo es utópico, pero es adonde nos quiere llevar la bipolaridad encarnada.

Gustavo Mura
Periodista argentino
@gusmura