Técnica que permite tomar sal aunque sufras hipertensión

7 de octubre de 2020

Sal Exceso





La sal forma junto al azúcar añadido y las grasas la ‘troika’ de aditivos alimentarios más denostados por sus efectos perjudiciales para la salud.  Consumir 5.060 mg diarios de sodio, es elevado según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insta a que no se superen los 5.000 mg (o 5 gramos).

Esto, que se traduce en un mayor riesgo cardiovascular, metabólico y de obesidad, se produce especialmente por el consumo de comidas y bebidas procesadas según la Fundación Española de Nutrición (FEN).

Una de las patologías más comunes que puede potenciar la sal es la hipertensión arterial. Se trata de una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea por encima de los límites recomendados, lo que produce un aumento del riesgo de accidente cardiovascular. Existen enfoques alimentarios para abordar estos problemas, como son la cardiosaludable dieta DASH o el uso de especias sustitutivas para dar sabor a los platos. Por otro lado, diversas organizaciones sostienen que los saleros deberían llevar mensajes de advertencia similares a los de las cajetillas de tabaco.

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Según la Asociación Americana del Corazón, reducir la ingesta de sodio en un 30% podría ayudar a disminuir la presión arterial y a evitar otros 40 millones de muertes en todo el mundo. La hipertensión sensible a la sal se da en aproximadamente la mitad de los pacientes en EEUU, donde uno de cada dos adultos ya sufre de por sí de tensión arterial elevada. Entre los males asociados a esta situación se encuentra la aterosclerosis o endurecimiento de las paredes arteriales, lo que a su vez se relaciona con ataques al corazón, infartos y secuelas de daño crónico a los riñones.

Una Nota informativa desde nuestra Mesa de Redacción. Fuente: Agencias



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