En el califato de Erdogan excluyen de la enseñanza la Teoría de la Evolución

Turquía recientemente decidió prescindir de la enseñanza de la Evolución en las clases de ciencias. Presentando el nuevo plan de estudios, el presidente de la Junta Educativa, Alpaslan Durmus, manifestó que temas tan polémicos son demasiado complicados y controversiales para los niños turcos y es mejor que lo aprendan en las universidades.


Bajo el gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), con clara tendencia radical islamista, intentan construir una sociedad nacionalista centralizada en la devoción al islamismo. La Teoría de la Evolución es considerada un peligroso desafío, uno que no se puede reconciliar con la creencia en Dios.

En el 2006, un rutilante “Atlas de la Creación” fue llevado a muchas escuelas turcas, pretendiendo refutar la evolución por selección natural. Audazmente señalaron al registro fósil para explicar que la creación es la obra de Dios. La Evolución, según el libro, era también responsable de doctrinas no-islámicas y destructivas como el nazismo o el comunismo.

Un par de años más tarde, el sitio web de famosos biólogos evolutivos, especialmente Richard Dawkins, fueron bloqueados después de que Adnan Oktar, feroz defensor del creacionismo islámico, también conocido por su seudónimo Harun Yahya, el mismo caballero que escribió el “Atlas de la Creación”, afirmara que Dawkins y otros lo insultaron.

En 2009, “Tubitak”, el organismo turco que financia las ciencias, censuró un artículo de la revista sobre la vida y la obra de Charles Darwin. El editor de la revista Cigdem Atakuman, fue retirado de su cargo como castigo. Más tarde en 2013, Tubitak dejó de vender libros sobre la evolución a través de su lista de catálogos puestos a disposición de los educadores.

Incapaz de suprimir totalmente el tema sobre la evolución, algunos trataron de desacreditarlo a través del siempre bienvenido anti-semitismo. En 2012, una serie de libros de escuela primaria fueron liberados en un distrito de Estambul que proclamaba que Charles Darwin era un judío con una nariz grande y que le fascinaba la compañía de los monos.


En febrero del 2016, el columnista turco Syfi Sahin afirmó que Darwin lo había mezclado todo, citando el Corán argumentó que la evolución era verdadera, pero funcionaba a la inversa porque los chimpancés y los gorilas son de hecho, judíos mutados que habían sido castigados por sus pasadas perversiones.


Tales visiones antisemitas son parte integrante de la cosmovisión islámica turca de la que surgieron Erdogan y el AKP. En este caso se utiliza para traer a casa el mensaje de que la Evolución no es islámica.

Por lo tanto, el anuncio de días recientes de dejar de enseñar la evolución no es una sorpresa. Antes del referéndum constitucional de abril para dar más poder al presidente Erdogan, el viceprimer ministro Numan Kurtulmus, comentó que “Científicamente, la teoría de la evolución es una teoría arcaica y refutada y no debe ser enseñada”, de hecho, ya había informes detallados del nuevo plan de estudios.

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Fuente: Agencias