Luis José Uzcátegui explica: Venezuela bajo un gobierno psicópata

2 de julio de 2017

El crecimiento infernal de la tragedia venezolana era inevitable ninguna nación en la historia de la humanidad ha podido impedir este desenlace atroz cuando es sometida al yugo de un gobierno antisocial. Desde el año 1998 en Venezuela ha venido cumpliendo poco a poco el formato indispensable para instalar una regencia psicopática que se disfraza con diferentes eufemismos como Revolución del siglo XXI, Chavismo, Bolivarianismo, Quinta República y Madurismo.

Para que un gobierno psicopático exista hay un manual “excelente” que recopila diferentes experiencias como el nazismo y fascismo, el comunismo ruso, la macabra experiencia cubana por casi 60 años, las prácticas demenciales del régimen de Corea del Norte y los aportes ideológicos del Foro de San Paulo. El manual indica que es indispensable que los integrantes de los poderes del Estado y organizaciones como petróleos de Venezuela y Fuerzas Armadas apliquen los siguientes principios:

· Mentira y falsedad vendidas como verdad

· Odio y miedo vendidos como amor

· Terror y tortura vendidas como paz

· Desgracia y pobreza vendidas como abundancia

· Y algo fundamental la perversión del lenguaje y el espectáculo (show mediáticos) para alimentar y mantener la mentira, el odio, el terror y la pobreza.

¡Esta es la realidad venezolana!… ¡Una realidad tenebrosa!… No es que un poder (el ejecutivo) fue alcanzado por un individuo con conductas psicopáticas como el caso de Donald Trump. ¡En Venezuela la mentira, terror y desgracia se convirtió en política de estado! Decenas de mentes en cargos políticos claves funcionado psicopáticamente, y haciendo equipo. En la actualidad, sin dinero, sin seguidores y después de haber generado una de las situaciones sociales y económicas peores del mundo emerge de sus cerebros aturdidos como mecanismo de defensa profundizar la psicopatía. Es la explicación de por qué en Venezuela se está desarrollando la mayor desgracia humana vivida por algún país en el siglo XXI.

Es la explicación de por qué todos los días mueren jóvenes bajo el gatillo de miembros de las fuerzas armadas y mueren niños y adultos por falta de alimentos, medicamentos y los gobernantes y jefes militares lo niegan se burlan y hasta lo celebran bailando con cinismo en televisión.

El psicópata tiene un estado mental donde se convierte en aceptable, loable y “normal” para el individuo:

– Desprecio, violación y burla de las leyes y derechos de los demás
– Incapacidad psíquica para adaptarse a las normas sociales y sus acciones totalmente antisociales son percibidas como normales
– Una “fuerza mayor” lleva al individuo a la deshonestidad lo cual convierte en fundamento de su vida
– Miente repetidamente a cambio de obtener beneficios personales sin importarle el daño que cause a otros
– La irresponsabilidad en sus actos es el norte
– No existe remordimiento, culpa o ansiedad por acciones, mensajes atroces o acciones bestiales cometidas

La dimensión psicopática es un campo muy interesante y complejo para la ciencia del cerebro. El concepto se precisa en el año 1941 con las investigaciones del psiquiatra americano Hervey Cleckley en su libro “La máscara de la cordura” donde afirmaba Cleckley que los psicópatas suelen disfrazarse con los atavíos de la normalidad y con frecuencia se ubican en los negocios, la política, el ejército y por un tiempo pueden ser admirados hasta que intensifican la disfuncionalidad social y no pueden evitar la caída de la máscara.

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Uno de los interrogantes frecuentes para los investigadores y la opinión pública es la etiología, ¿cómo se desarrolla un cerebro psicopático? Los avances de la neurociencia ofrecen sorpresas con el estudio de la conducta situacional al observarse imágenes cerebrales que evidencian que dependiendo de factores externos el cerebro responde diferente.

Además de ser uno de los trastorno de la personalidad donde interaccionan factores genéticos, familiares y sociales también puede presentarse como una reacción del cerebro a situaciones, y entonces emerge la psicopatía situacional. Mientras que alguna condición -poder, dinero, posición social, prestigio, impunidad, resocialización o pensamiento grupal- esté presente el individuo cae en un nicho maligno donde daña y destroza a los humanos como un gran psicópata.

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Para los gobernantes, funcionarios y amigos del gobierno que están sumergidos en la dimensión psicopática no les importa burlarse, ordenar, ejecutar y con cinismo explicar los homicidios. Matar, matar, torturar y seguir matando ciudadanos es justificado con argumentos de democracia, moral y amor. El régimen venezolano está inmerso en un mundo de mentira, terror, odio, desgracia y creación de pobreza navegando sobre la perversión del lenguaje que en la actualidad se convierte en tsunami mediático altamente morboso al ser potenciado por los medios de comunicación y redes sociales.

La psicopatía en Venezuela es una maraña gigantesca y maligna que ha invadido el país y favorecido -sin distingo de clase social- la explosión de delincuentes, asesinos, corruptos como arroz, narcotraficantes, miserables y sin duda desgraciados por su propia vida. Estos y otros tópicos serán analizados en próximas entregas:

* ¿Cómo negociar con los psicópatas?
* ¿Qué pasa en la dimensión mental de los dirigentes “chavistas descontentos”?
* Y algo vital para el presente y futuro: ¿Cómo manejar una vez que cambie el gobierno la cultura psicópata instalada en muchos políticos, dirigentes, anclas mediáticas, encuestadores, empresarios, pensadores, columnistas y ciudadanos?
* ¿Son los psicópatas situacionales enfermos mentales?
* Y lo más importante: ¿Qué aprendimos de toda esta desgracia?