Juan Diego Humpierres titula hoy: Papa Francisco

«La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa» Albert Einstein

Debo reconocer mi admiración frente a un hombre sencillo y cercano, con rasgos de entrega generosa y sobre todo sin el tapiz obsoleto de los que asumen la vocación religiosa desde una postura burócrata que se divorcia de las necesidades reales, de un mundo que requiere menos declaraciones y más trabajo de alma para enfrentar las terribles imprudencias inhumanas con las cuales seguimos lidiando.

Sin embargo, como ser humano y venezolano, le quiero expresar que su postura frente a la crisis inédita que vive mi país, me lleva a concluir; con mucho dolor por cierto, que esa cercanía que admiré, se empaña y enturbia, escuchando semejantes declaraciones sobre el fracaso del diálogo en Venezuela.


Papa Francisco su postura revela una complicidad activa, que roza la ignorancia y una proyección clara de su propio inconsciente, estimulado por su complejo populista, con tendencias cercanas a los sistemas comunistas y violadores continuos de los derechos humanos.

Soy un hombre formado en el derecho, creo en la negociación como vía de resolución de conflictos, en el diálogo como camino, pero jamás en la mesa de negociación pueden estar en juego dos palabras: dignidad y libertad. Precisamente estas, son las que usted desconoce, quizás por ignorancia sobre la realidad venezolana, lo cual no creo.

Sus declaraciones me ofenden, me generan molestia profunda, me llevan a concluir que usted, se mueve desde las sombras, esas que comulgan con los comunistas asesinos, que han mantenido a pueblos hambrientos y con la violación continua de sus derechos fundamentales.

El diálogo no fracasó por una oposición dividida, esa declaración es reductiva y necia. Los venezolanos Papa Francisco, tienen hambre, son víctimas del yugo violento de un sistema que institucionalizó la muerte y la amenaza como política.


Soy parte de los millones de venezolanos que vivimos en el exterior, con la tristeza a cuesta, viendo un país cayéndose a pedazos, sin poder abrazar a nuestros seres amados que aún viven en ese estado de guerra.

Papa Francisco sus declaraciones son una grosería, que lo hace cómplice de un trazo de la historia, que más temprano que tarde lo pondrá en el lugar en donde estarán sentados los culpables de semejante holocausto.

Juan Diego Humpierres
Abogado

Master en Psicología Jurídica de Familia
Master en Psicopatología y Psicoterapia
Diplomado en Negociación y Mediación

juandiegocd@yahoo.com
@juandiegomotiva