Días críticos… comentados por Miguel Sanmartín

1 de marzo de 2014

Días críticos

 

Cambiar el modelo será imposible mientras nos gobiernen los Castro
 
 
Se va el segundo mes del año. Perdido -económicamente- como el primero. El país está colapsado. Empobreciéndose. Precarizándose. Padeciendo por el desabastecimiento. Se achica en todos los sectores. 
 Hasta cuándo
El panorama es sombrío. El tercer mes promete ser aún peor. Aumentarán los trastornos sociales y el malestar popular. Vienen tiempos difíciles. Conflictivos. Para el régimen petulante y sectario. Incompetente y revanchista. También para la población se avecinan jornadas traumáticas. De infinita búsqueda de productos cada vez más escasos. De mayores gastos por la inflación. Las consecuencias que tendrán estos trastornos plantean un reto para las instituciones del Estado -cuánto se extraña en esta hora su independencia- por el rol imparcial, apegado a derecho y no a la militancia de sus funcionarios, que le corresponde jugar en este ambiente de turbulencia. 
 
No hay dudas, todo este deterioro, contrariedades y clima de confrontación social seguirá afectando la precaria gobernabilidad del heredero y la camarilla regente, mermada por los recientes sucesos de calle. En forma grotesca, despiadada e ilegal los represores del régimen arremetieron contra las legítimas protestas de los estudiantes y la sociedad civil, que transcurrieron en forma pacífica pero se volvieron violentas al ser atacadas con objetos contundentes, bombas molotov y tiros por los gamberros motorizados al servicio de la revolución roja. 
 
La represión contra los manifestantes fue brutal: planazos, pedradas, patadas, cascazos, culatazos y mucho gas del bueno. Hay denuncias de torturas físicas y sicológicas, violaciones, detenciones ilegales (Leopoldo López), apertura irregular de procesos judiciales y la posterior reclusión de algunos manifestantes -estudiantes en su gran mayoría- en penitenciarías con presos comunes. Todo ello desató los demonios. Transformó una jornada de reclamos en más de una semana de desmanes, pérdidas materiales y humanas (15 fallecidos y más de 600 heridos) y violación de derechos humanos. 
 
El régimen está atrapado entre la cruda y dura realidad de la crisis, la falta de divisas, su discurso comunista y pendenciero, sus leyes habilitantes intervencionistas, sus arremetidas contra el sector (empresariado privado) que pudiera contribuir a subsanar el colapso económico y los intereses de una camarilla ineficiente y corrupta enquistada en el alto gobierno.
 Asquerosos
La crisis se profundizará. Combatirla implica cambiar el modelo y no será posible mientras nos gobiernen los Castro. De momento más plan y menos pan. Ya lo anunciaron: Regularán compras y consumo de alimentos mediante una tarjeta electrónica de racionamiento. ¿Alguien cree, todavía, que esto no es Cuba?


Miguel Sanmartín

Miguel Sanmartín

Periodista
Director de Información del diario El Universal
msanmartin@eluniversal.com




Síguenos:
facebooktwitterrssyoutube


Otros artículos de interés